Estrella Remota

Naus, complements, droides, vehicles ...

Estrella Remota

EntradaAutor: Kosé » 27 oct. 2016, 11:36

ESTRELLA REMOTA
La Estrella Remota es la corbeta de clase Corelia asignada al capitán Ciro para perseguir al moff Sarne. Esta nave está muy modificada, e incorpora una amplia cubierta interior de vuelo para naves de caza y transporte. Necesita una tripulación demasiado numerosa que, en consecuencia, va hacinada; las tensiones son constantes y las emociones inflamables. La Estrella Remota está abarrotada, mal iluminada, improvisadamente aparejada, y se enfrenta a una fuerza hostil en un entorno inexplorado: en suma, el lugar perfecto para una aventura.

Tras tomar posesión de la Renegada, el comando Keleman Ciro, de la Nueva República, tuvo veintiocho horas para concluir los trabajos de reconfiguración. La nave se rebautizó Estrella Remota, y muchas de sus salas internas fueron transformadas en bodegas de carga. Cada litera tuvo que ser asignada a dos miembros de la tripulación, mientras las provisiones se amontonaban y posibles tripulantes eran reclutados entre la población civil de Kal'Shebbol.


La Estrella Remota ha experimentado numerosas modificaciones a lo largo de décadas de servicio. La modificación más reciente, bajo la dirección del moff Sarne, ha supuesto cambios significativos para la nave. Modificaciones recientes

SENSORES


Actualmente la Estrella Remota está equipada con equipos sensores y de rastreo que prácticamente duplican el alcance original de los sistemas de sensores. Los sistemas de sensores son ahora más sensibles que los instalados a bordo de un destructor imperial.

Esta modificación proporciona una importante ventaja a la Estrella Remota: a menudo puede detectar y obtener datos sobre una nave antes de que la nave enemiga haya detectado a la corbeta.

Por desgracia el nuevo sistema ocupa más espacio que el primitivo sistema de sensores, y también consume considerablemente más energía, lo que explica en parte la política de ahorro energético a bordo de la nave (ver «Actuales condiciones de operatividad»).

ARMAMENTO

Los turboláseres de la Estrella Remota están dotados de nuevas rutinas de puntería tipo «predice y enfila», pero los artilleros, acostumbrados a los habituales sistemas de puntería, están teniendo problemas para hacerse con el sistema nuevo.
Los técnicos insisten en que las subrutinas de puntería tienen por fuerza que ayudarles en su tarea, y que si los operadores ofrecen al sistema la oportunidad de «asentarse» en el objetivo, su proporción de aciertos por fallo mejorará drásticamente.

Los artilleros simplemente quieren que se reinstalen los programas de puntería estándar de la corbeta. Cuando todo se haya explicado y llevado a la práctica, los programas y el ego del personal de armamento se compensarán mutuamente y de manera efectiva, obteniendo una integración bastante típica de artillero y máquina.

BLINDAJE

Un cambio esencial es la mejora en la protección de casco y blindaje de la Estrella Remota. Ahora la Estrella Remota es bastante más resistente que una corbeta estándar de clase Corelia. Las planchas añadidas al blindaje han aumentado el grosor del casco (ahora hay casi dos metros de plancha en el casco, tubos de mantenimiento, conductos de energía y mamparas de protección reforzadas); por supuesto, este blindaje también supone que la Estrella Remota tiene muchas más probabilidades de sobrevivir a un impacto.

MUELLE / TUBOS DE ATRAQUE

El moff Sarne decidió añadir un gran muelle y tres tubos de atraque para poder disponer de transbordadores e interceptores TIE. Sabiendo que la nave iba a entrar en un sector hostil del espacio, Sarne previo la necesidad de apoyo de caza para garantizar el éxito de la misión. Cuando la Nueva República capturó la nave, el muelle estaba sin terminar. Aunque la pista de aterrizaje, la compuerta principal y los generadores de campo magnético habían sido ya instalados (haciendo al muelle operativo), los ingenieros imperiales aún no habían tenido tiempo de instalar las perchas de cazas TIE.

La Nueva República descubrió que podía acomodar cuatro Alas-X internamente (cinco si se aparcaba una en el elevador que descendía a la cubierta de mantenimiento). Hasta cuatro cazas Defensor de la Nueva República pueden ir apretujados entre las Alas-X, pero prácticamente no queda espacio para maniobrar y resulta imposible lanzar apoyo de cazas con rapidez.

La compuerta principal es lo bastante grande como para permitir el abordaje de la mayor parte de naves nodriza, así como para acoger a un carguero ligero. La tripulación de la Estrella Remota emplea la compuerta para cargar vehículos terrestres y grandes pesos en el transbordador de combate Aegis.

Los tres tubos de atraque que se comunican con la cubierta de mantenimiento (justo debajo de la cubierta principal de vuelo) pueden acoger a tres Alas-X cada uno. Normalmente las Alas-X y los
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cazas Defensor están atracados en las compuertas laterales, mientras que cargueros y transbordadores atracan en el extremo de los tubos de atraque. Los extremos de los tubos también pueden emplearse para uniones con otras naves.

Normalmente la estructura básica de una corbeta Corelia no podría portar una estructura de muelle, pero mediante el ajuste del perfil hiperespacial de los motores, los ingenieros consiguieron acomodar el muelle y los tubos de atraque.

COMUNICACIONES

La Estrella Remota posee un transceptor subespacial de gran potencia, cortesía de la operación de reconfiguración del moff Sarne. Aunque el moff no pudo permitirse un transceptor hiperespacial (estos sistemas de comunicación son extremadamente caros y apenas se usan sino en naves comandante del Imperio y de la Nueva República), el transceptor subespacial ha sido potenciado hasta alcanzar una cobertura de 100 años luz, unas cuatro veces superior a la de la mayoría de transceptores subespaciales.

Esta unidad puede emitir señales a cualquier transceptor dentro de su cobertura, aunque la mayoría de los transceptores no pasan de una cobertura de 25 años luz, de modo que no habrá muchas unidades que puedan mandar mensajes de respuesta capaces de llegar a la Estrella Remota.

El personal de comunicaciones de la Estrella Remota está tratando de reconfigurar el transceptor subespacial. Es virtualmente imposible que las fuerzas de Sarne no estén rastreando los canales subespaciales preprogramados. El personal trata de improvisar un canal a través de una frecuencia que (esperan) no sea rastreada, de modo que se puedan enviar comunicaciones al gobierno provisional de la Nueva República en Kal'Shebbol. El personal de comunicaciones también está desarrollando nuevas técnicas de cifrado para burlar a los especialistas del Imperio.

Por último, el personal de comunicaciones de la Estrella Remota pretende usar el transceptor subespacial para espiar la comunicaciones de Sarne. Aunque la mayor parte de los códigos originales de Sarne han sido cambiados y mejorados, seguramente queden algunos que la Estrella Remota pueda fisgonear.

COMUNICACIONES A BORDO (INTERNAS)

La Estrella Remota tiene un sistema de comunicaciones internas que conecta todos los terminales de computadores y los puestos de servicio, y dispone de terminales de comunicación en todos los camarotes y a intervalos regulares en los pasillos. Los comunicadores se activan simplemente presionando un número de terminal de dos dígitos para enviar un mensaje a un puesto dado; si no se tiene el número, se solicitará la conexión a la sala de comunicaciones, que la establecerá adecuadamente.

Todos los comunicadores tienen receptores y transmisores de voz. El terminal del capitán, los terminales de comunicación, la cubierta de aterrizaje y los terminales de la sala de máquinas también tienen transmisores y receptores de vídeo y holo.

Además, cada terminal de computador puede conectarse a otro terminal de computador o al sistema de comunicaciones mediante conexión de vídeo para la retransmisión de datos. Este sistema va cableado a lo largo de las paredes de los pasillos, de modo que un disparo ionizador desde una nave enemiga o un impacto grave pueden inutilizar el sistema de comunicaciones internas.

Algunos tripulantes de la Estrella Remota también llevan comunicadores personales para asegurar la comunicación en caso de fallo del sistema.

Miscelánea

LA SALA DE MÁQUINAS

La sala de máquinas es una de las áreas más importantes a bordo de
la Estrello Remota. Sus diversos puestos deben trabajar al unísono para proporcionar energía a la nave y mantenerla operativa, y Lofryyhn apremia implacablemente a sus ingenieros y técnicos. Este área comprende las siguientes secciones:

• Cubierta Uno: Control de sistemas de los motores del nivel A, distribución de energía de acceso directo, regulación de energía. • Cubierta Dos: Control de sistemas de los motores del nivel B, control de sistemas de hiperimpulso, control de sistemas sublumínicos. • Cubierta Tres: Distribución de energía de los motores de los niveles A-C, control auxiliar preferente, control de emisión de calor y energía. • Cubierta Cuatro: Control de sistemas de los motores del nivel C, sistemas auxiliares.

Lofryyhn ha hecho del mantenimiento preventivo una prioridad máxima, debido al castigo que sufren los motores. La sala de máquinas es grande, con tres niveles de pasarelas, puentes y escalerillas de acceso que se entrecruzan por encima de la planta sólida del nivel cuatro. Muchos de los terminales de computador tienen quitados los paneles para facilitar su reparación. Esta medida permite que los ingenieros lleguen inmediatamente a cualquier componente averiado para llevar a cabo con más rapidez las múltiples reparaciones cotidianas.

«CAMAS CALIENTES»

Con objeto de disponer de una tripulación completa durante toda su misión, la Estrella Remota ha tenido que asignar a dos tripulantes por litera en turnos alternos. Esta práctica se conoce como «camas calientes», y aunque imprescindible para la misión, resulta psicológicamente perjudicial.

Aplicada largos periodos de tiempo, la práctica de las «camas calientes» disminuye la moral y provoca problemas de disciplina y una sensación de malestar general entre los afectados. Esto es así porque las temperaturas corporales de cada cuerpo difieren ligeramente entre sí: al cambiar de turno un individuo se mete en una cama que aún está algo caldeada por el calor corporal de otra persona, y «no se siente bien» en ella. Esto provoca una sensación general de incomodidad: los tripulantes perciben inconscientemente que no pueden relajarse ni estar cómodos ni siquiera en sus propia cama.

PROCEDIMIENTOS DE EMERGENCIA


Además de las naves salvavidas y las cápsulas de escape, la Estrella Remota tiene varios compartimentos donde se almacenan trajes espaciales. Hay un armario el pasillo principal de cada cubierta.

En los de las cubiertas uno y cuatro hay ocho trajes en cada uno, mientras que en los de las cubiertas dos y tres hay 18 en cada uno. Los departamentos de máquinas y el centro de mando también disponen de armarios, con 12 trajes en cada uno.

Los armarios no están cerrados, si bien abrir un armario enciende una luz de alarma moderada en la consola de seguridad del centro de mando. Los armarios también contienen otros equipos de emergencia, incluyendo seis cápsulas supresoras de incendios (para fuegos químicos y eléctricos), seis máscaras de respiración, cuatro medpacs, y un parche espacial de emergencia de un metro de diámetro (se trata de un parche estanco, parecido a un pequeño trozo de tela hasta que se abre; tiene un sencillo botón de activación). El parche puede aguantar tal vez dos minutos; no demasiado, pero sí lo suficiente para poner un parche normal en su sitio.

Los trajes pueden tomarse en caso de que un tripulante no llegue a una nave salvavidas o cápsula de escape, o en caso de perforación del casco en alguna cubierta. Cada traje tiene tres horas de oxígeno y una señal de intercomunicación de emergencia que se activa automáticamente en cuanto se conectan los depósitos de oxígeno. El traje tiene un pequeño dispositivo de cohetes para cinco impulsos, así como un arco de luz sobre la visera del casco.
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Actuales condiciones de operatividad

La primera consideración a hacer es que la tensión a bordo de la Estrella Remota es muy alta. La nave está abarrotada, las comodidades son ínfimas y la tripulación apenas tiene intimidad. El equipo está improvisadamente aparejado y tiende a averiarse. Incontables contenedores de carga y cajas de provisiones se amontonan en cada esquina y pasillo, transmitiendo la impresión de una nave desordenada.

A medida que la Estrella Remota se vaya internando hacia lo desconocido, el estrés de viajar por el espacio profundo, unido al del combate, estará más y más presente: las riñas y peleas entre la tripulación aumentarán, y el personal de la enfermería acabará por atender tantas narices rotas como heridas de campaña. Los tripulantes formarán diversos corrillos, y los nervios estarán a menudo a punto de estallar.

Pudiera decirse que la tripulación de la Estrella Remota no se lleva demasiado bien, y sin embargo tendrán que aprender a confiar en sus compañeros. En su momento la tripulación deberá saber cooperar para sobrevivir... o si no todos pagarán definitivamente el pato.

INGENIERÍA DE CIRCUNSTANCIAS

Gran parte de la circuitería de La Estrella Remota se ha montado improvisadamente, y la mayoría de los equipos nuevos han experimentado drásticas modificaciones para adaptarlos correctamente a sus usuarios. La filosofía ingenieril al uso postula que los componentes que no encajen o no hayan sido diseñados para un funcionamiento circunstancial deberían ser reemplazados inmediatamente por elementos más prácticos. Por desgracia, con escasez de tiempo y de recambios, los técnicos de la Estrella Remota han tenido que hacerlos funcionar porque sí. La Estrella Remota debía estar completamente operativa en 28 horas, y así las cosas, los resultados no lucen mucho.

Mientras soldados y artilleros suben y bajan por los pasillos, pueden permitirse fijar su atención en los cables, tuberías y conducciones que se entrecruzan en el suelo o sobresalen del techo. Tal vez un chorro de vapor sale disparado de cierto panel, el lubricante gotea sobre la planta del comedor o hay encharcamientos bajo un suelo de rejilla.

Los ingenieros de la Estrella Remota siguen siendo implacablemente prácticos: si la estética obstaculiza el funcionamiento de la nave, resulta prescindible. Lofryyhn y sus técnicos atraviesan los cables por los pasillos, colocan tuberías en las paredes y dejan empalmes eléctricos, derivaciones, conexiones e interfaces a plena vista y fácilmente accesibles. La nave es indigna de ver, pero los
técnicos pueden llegar hasta los componentes críticos con toda rapidez, lo cual probablemente sea más importante cuando un crucero imperial se cierna sobre la Estrella Remota.

AHORRO ENERGÉTICO


La propia naturaleza de la misión de la Estrella Remota exige el ahorro de energía. Las bodegas de carga y demás áreas no esenciales están clausuradas para conservar soporte vital. Los camarotes y habitaciones de la tripulación permanecen a la mitad del nivel de luz normal, y en los pasillos sólo está encendido uno de cada dos paneles luminosos, lo que hace que proyecten sombras a través de las paredes y dota de un ambiente tétrico a las habitaciones más grandes.

En algunas bifurcaciones de pasillos se emplean las luminarias verdes del suelo o luz azul suave para ahorrar energía. Algunas partes de la nave tienen cerradas las tuberías de la calefacción con objeto de preservar el poco calor que hay. En particular, los talleres de reparación y servicio de droides están tan fríos que se puede ver el aliento, y los contenedores de comida tienen de hecho una capa de escarcha. La parte más calurosa de la nave es la sala de máquinas, donde suele hacer tanto calor que la tripulación suda constantemente.

EXCESIVA TRIPULACIÓN


La Estrella Remota necesita bastante tripulación. Dada la incierta duración del viaje y la ausencia de servicios de reparación, la nave lleva muchos ingenieros y técnicos de reserva. La Estrella Remota acoge también a un gran número de científicos, especialistas en computadores, pilotos y soldados: la nave ha de estar preparada ante cualquier eventualidad.

Sólo hay 30 camarotes estándar de tripulación, cada uno con dos literas. Como la nave lleva unos 120 tripulantes, muchos de ellos literalmente tienen que compartir cama con otra persona: uno duerme en la litera mientras el otro está de servicio.

En algunas habitaciones hay personas que sencillamente han decidido dormir sobre esteras en el suelo; resulta frío e incómodo, y llega a estar húmedo, pero aun así algunos lo prefieren.

TURNOS DE SERVICIO

Pese al gran suplemento de tripulación, apenas hay suficientes manos para todo el trabajo de la Estrella Remota. La Estrella Remota opera en dos turnos de 12 horas cada uno. Cada miembro de la tripulación está permanentemente en su puesto durante su turno de servicio, y teóricamente disfruta de 12
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horas fuera de servicio para dormir, divertirse y hacer sus cosas.

La mayoría de los turnos de servicio se llevan a cabo en un puesto determinado y con dedicación exclusiva; estos puestos se encuentran en su mayor parte en el puente y en la sala de máquinas.

También hay puestos sin dedicación exclusiva, que es cuando un tripulante reparte su tiempo de servicio entre dos o más puestos. Un puesto sin dedicación exclusiva suele consistir en llevar a cabo tareas de mantenimiento o inspecciones periódicas del grado de efectividad de los diversos sistemas y componentes a bordo de la Estrella Remota.

Hay varios puestos de combate, que sólo se ocupan cuando suena zafarrancho de combate. El capitán sólo declara este grado de alerta cuando el combate es inminente, cuando la nave va a volver del hiperespacio al espacio real, o cuando la Estrella Remota penetra por primera vez en la órbita de un mundo y la nave es vulnerable a un ataque sorpresa.

Pero aún quedan muchas otras tareas a bordo de la Estrella Remota que no pueden ser hechas por droides ni en los turnos de servicio habituales. El capitán Ciro ha sorteado esta limitación asignando tareas «fuera de servicio». Estas tienden a ser tareas domésticas que en general no requieren el máximo grado de rigor o atención.

Las tareas fuera de servicio se cubren en turnos de cuatro horas que van rotando igualitariamente entre todos los miembros de la tripulación. Los tripulantes se enfrentan constantemente a días de trabajo de 16 horas, o a una tarea fuera de servicio con cuatro horas de sueño, luego una tarea en medio de su periodo de descanso, y después otras cuatro horas de sueño.

Y si bien es verdad que el régimen de 12 horas de servicio todos los días más tareas fuera de servicio acabará pasando factura a la tripulación, no hay ningún otro modo de tener las cosas hechas a bordo de la nave.

COMPLEMENTO ANDROIDE

La Estrella Remota requiere un complemento androide de más de 100 unidades. Muchos droides, como las unidades astromecánicas R2 y R3, están necesariamente dedicados a tareas muy especializadas, tales como ayuda a la astrogación y reparaciones externas a velocidad sublumínica.

Los droides tienden a necesitar menos recursos que los seres orgánicos, de modo que hay varios droides de servicio para tareas domésticas.

Aunque los droides son imprescindibles para el funcionamiento de la Estrella Remota, también atascan los pasillos con su lento rodar de un lugar a otro. Algunos los consideran un incordio, y más de un droide se ha presentado en mantenimiento con la suela de una bota marcada en la chapa.

CONTENEDORES DE CARGA Y PROVISIONES

Las bodegas de la Estrella Remota están repletas de piezas de repuesto, componentes de alta tecnología, comida, y demás provisiones. Muchas secciones de la nave han dejado de ser habitables u operativas y se han transformado en almacenes.
Cualquier espacio abierto se emplea para apilar cajas que pueden estar llenas de cargas de bláster, transformadores de repuesto, y raciones turboselladas.

La principal prioridad de almacenamiento a bordo de la Estrella Remota consiste en ganar espacio para guardar elementos técnicos, tales como droides y componentes de computador, piezas de repuesto de cazas y transbordadores, y repuestos para motores y armas. Se hace así porque hay fundadas expectativas de que la Estrella Remota encuentre planetas con agua y comida, pero se va a adentrar en lugares donde le será virtualmente imposible encontrar alta tecnología. El equipo a bordo de la Estrella Remota es un lujo. Hay un droide de intendencia destinado a la solicitud y asignación de equipo, y a asegurar que éste sea devuelto prontamente al acabar una misión. Es importante seguir la pista al equipo que los personajes usen de aventura en aventura, para asegurarse de que no lo están derrochando. Naturalmente el droide de intendencia les recordará que tienen la responsabilidad de usar inteligentemente el equipo.

El equipo normal se facilitará con poca o ninguna resistencia: esta clase de equipo comprende prendas, ropa de cama, varas de luz, comunicadores, máscaras de respiración, y demás artículos comunes (las armas no se consideran artículos «comunes»). El droide de intendencia entregará este equipo con una simple petición personal (y una pequeña discusión) y no esperará volver a verlo en breve.

Otros equipos son limitados y sólo se entregarán con un buen motivo, tal como la orden directa de un oficial superior o si al tripulante se le ha encargado recoger el equipo para una misión determinada. Esta clase de equipo comprende bláster, cargas de energía, latas de gas aturdidor, macrobinoculares, prendas y equipo para el frío, guantes, escáner, equipo de escalada, y demás artículos útiles.

Por último están los artículos raros, valiosos o difíciles de reemplazar, que sólo serán entregados por orden directa del capitán. Esta clase de artículos comprende detonadores térmicos, visores de infrarrojos, ganzúas electrónicas, y artículos tan inusuales que tal vez haya sólo un par a bordo de la Estrella Remota.

En cuanto a comida, la Estrella Remota ha sido dotada de varias bodegas frigoríficas que permiten conservar durante largos periodos la carne y los líquidos más perecederos. Lo normal es que los cocineros vayan tirando con raciones militares estándar, que llevan complementos de vitaminas y minerales, carne procesada y en conserva, fruta deshidratada, y zumo enlatado. Para facilitar su almacenamiento, las raciones estándar se guardan a granel en contenedores, evitando así el embalaje innecesario que suele acompañar a estos alimentos.

La Estrella Remota puede aguantar tres meses antes de que las provisiones esenciales empiecen a escasear. Además, siempre existe el riesgo de contaminación de la comida (ya sea por parásitos, radiación, u otros accidentes), o de sabotaje en los contenedores.

Los droides de seguridad y de servicio patrullan regularmente las áreas de almacenamiento de comida para garantizar su seguridad. Puede haber aventuras completas que giren en torno a la necesidad de robar alimentos de un depósito imperial o negociar con especies alienígenas o remotas colonias para reunir provisiones adicionales.
...another day, another vendetta...
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Kosé
 
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